29 de septiembre de 2008

Aforismos de Lichtenberg

¿Quién oye disculpas cuando puede oír acciones?

Las debilidades dejan de ser dañinas en cuanto las conocemos.

La duda no debe ser otra cosa que vigilancia, de lo contrario puede ser muy peligrosa.

Nada se juzga con tanta ligereza como el carácter y en nada hay que ser más cuidadoso...siempre he notado que las "malas personas" mejoran al conocerlas mejor, y las buenas empeoran.

Hay dos caminos para alrgar la vida. El primero consiste en alejar los puntos del nacimiento y de la muerte. Entre los médicos hay quienes han contribuido mucho a esta materia. La otra forma consiste en caminar más lento, y dejar los dos puntos donde Dios quiera. Esta corresponde a los filósofos, que saben que no hay nada mejor que recolectar plantas, caminar sin rumbo fijo, saltar una tumba de vez en cuando...y así en adelante.

Lo que se aprende, se aprende al modo del aprendiz.

Así como se encuentra agua al excavar, tarde o temprano encontramos lo incomprensible en todas partes.

Hay una enorme diferencia entre segir creyendo y volver a creer. Seguir creyendo que la luna influye en las plantas revela tontería y superstición, pero volver a creerlo es señal de filosofía y reflexión.

tal vez lo más cercano a la felicidad total es aprender a concebir que nadie es completamente feliz. Sin embargo, hay muchos grados de sufrimiento, y esto es lo malo.

De nada sirve leer recetas cuanado se está hambriento.


Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)

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