Louie es una mirada como la vida misma: difícil, incomprensible a ratos, desconcertante y ridícula. Bueno, el ser humano (la vida no tiene la culpa). Como terapia es una sacudida a la soberbia egoica, pasada por un tamiz corrosivo que sorprendentemente acaba en un sentimiento compasivo (en el buen sentido). Louie parece tratar de la soledad, pero crea entre los que nos entregamos a su catarsis una abrumadora sensación de conexión, de empatía, de compartir.
Louie es un depresivo vocacional que sobrevive a sí mismo purgando sus miserias desde su personaje de payaso. Pero no es sólo un sparring en el que proyectar nuestras sombras, sino un espejo que devuelve cuchillas en forma de risas en carámbanos, y que por ello nos sacude, nos da la vuelta como a un calcetín, y nos fuerza a empatizar con lo que de humano queda en nosotros, y lo abraza con un aroma de ternura. Si toda terapia es terapia narrativa, Louie es la cumbre, y además es autoadministrable por vía torrent.
Monólogo de la mujer gorda (S04E03):
Vanessa: Joder, qué decepción, Louie. ¿Sabes qué es lo más cruel que le puedes decir a una chica gorda? 'Tú no eres gorda'. Tío, es que es un asco. De verdad que lo es. Y lo peor es que ni siquiera está bien visto que te lo diga. La gente no está dispuesta a escucharlo. A ver: tú puedes salir al escenario y hacer un chiste sobre los kilos que te sobran y que por eso te cuesta tener novia… y todo el mundo se ríe. Es adorable. Pero si lo hago yo lo que se creen es que estoy al borde del suicidio.
¿Puedo decirlo? Soy gorda. Y es un asco estar gorda. ¿Podríais dejarme decirlo de una puñetera vez? Mira, me gustas de verdad. Eres un buen chico y a lo mejor la estoy tomando injustamente contigo, pero, en nombre de todas las gordas, voy a hacerte representar a todos los hombres del mundo y te voy a preguntar: ¿Por qué nos odiáis tanto? ¿Qué es lo que tienen cosas básicas de la humanidad como la felicidad, el sentirse atractiva, amada, y que te sigan los chicos que a nosotras se nos niega? Pues no. Se nos niega. ¿Es eso justo? ¿Y por qué se supone que deba aceptarlo?
Louie: Vanessa, eres una mujer guapísima...
Vanessa: Si fuera tan guapa, me habrías dicho 'sí' cuando te pedí salir. Venga, Louie, se sincero. ¿Sabes lo más curioso? Que yo tonteo con chicos todo el rato. ¿Y sabes lo que pasa? Que los verdaderamente guapos, los tíos cañón, me siguen el juego sin pestañear. Total, saben que su estatus no corre peligro. Pero los hombres como tú nunca tontean conmigo, porque os aterroriza la posibilidad de acabar con una mujer como yo.
¿Y por qué no? Si tú estuvieras ahí mirándonos a los dos, ¿sabes lo que pensarías? Que hacemos una pareja cojonuda. Que pegamos el uno con el otro. Sin embargo, tú no saldrías con alguien como yo ni muerto. ¿Has salido alguna vez con una chica más gorda que tú? ¿Lo has hecho?
Louie: Sí, sí lo he hecho.
Vanessa: No, no, no. No te estoy preguntando si te has follado a una gorda, Louie. Eso seguro que sí. Todos lo habéis hecho. Cuando te conocí, si te hubiera dicho: 'Ey, ¿te vienes al baño a echar un polvo?'. Claro que habrías venido. Pero no me refiero a eso. Me refiero a salir con una gorda. ¿Alguna vez has besado a una gorda? ¿Alguna vez le has entrado a una gorda? ¿Alguna vez has cogido de la mano a una gorda? ¿Alguna vez has paseado por la calle, a la luz del día, sujetando la mano de una chica tan grande como yo?
Adelante, cógeme la mano. ¿Qué crees que va a pasar? ¿Que se te va a caer la minga por agarrar de la mano de una gorda? ¿Y sabes qué lo más triste de todo? Que es todo lo que quiero. Por supuesto que puedo echar un polvo. Cualquier mujer que lo desee puede hacerlo. Pero no es lo que yo quiero. Ni siquiera quiero un novio o un marido. Lo único que me apetece es caminar de la mano de un chico agradable, caminar y conversar".
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