Clippings 2012 (I)
—¿Por qué los compró si le iban pequeños? —inquirió Blanche, inconsciente de estar formulando la quintaesencia de la paradoja humana.
Woody Allen: Perfiles
Para comprender el estado de la humanidad puede que baste con saber que la mayoría de los grandes triunfos y grandes catástrofes de la historia no se deben a que las personas son buenas en esencia o malas en esencia, sino a que las personas son en esencia personas [...]
Porque la gente le caía bien. Lo cual era un defecto considerable para un demonio. Él trataba de hacer desgraciadas sus breves vidas porque era su trabajo, pero no podía imaginar nada peor, ni de lejos, que lo que ellos mismos inventaban. Era como si tuvieran un don para ello. Era una parte de ellos, en cierto modo. Nacían en un mundo que estaba contra ellos de mil pequeñas maneras, y dedicaban la mayor parte de sus energías a empeorarlo.
Pratchett y Gailman: Buenos presagios
Pero en Viaje al Oeste estamos lejos de esa concepción del tiempo narrativo, porque no es un tiempo que se pueda ver desde el lugar de los hechos. Es más bien un tiempo concebido desde el lugar del conocimiento y de su aliento irregular y muchas veces errático. Y es que el conocer, a diferencia del vivir, evoluciona en un tiempo lleno de arrugas, casi en un tiempo fractal, de una elasticidad desmedida, o fuera de toda medida, siguiendo un camino que, por ser el de la iluminación, está lleno de sombras que le exceden, como si siguiese esos versos terribles del primer poema del Tao que viene a decir: Ser y no ser surgen del mismo fondo, y ese fondo único se llama oscuridad. Oscurecer esa oscuridad, he ahí la puerta de la clarividencia.
Intro a Viaje al Oeste: las aventuras del Rey Mono (Anónimo)
Al igual que muchos intelectuales, era incapaz de decir lo simple de un modo simple.
Marcel Proust
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