La burbuja TCC
Pues sí: la terapia cognitivo-conductual acaba de perder la calificación triple A (ampliar en Neuroskeptic). Mucho impact factor y pocas nueces. Obviamente, no es la ciencia la culpable, sino la caricatura simplista y algo totalitarista con que frecuentemente se pretende negar que nuestro objeto de estudio nos desborda continuamente: c'est la vie (cuánto desperdicio de energía se producía en la facultad y en determinados servicios de salud mental combatiendo al enemigo dinámico y ninguneando al humanista; me pregunto si ahora será igual...o peor).
Y esto no niega la aplicabilidad y los recursos útiles que el paradigma TCC aporta, sólo que debe enmarcarse en contextos particulares y argumentables y es absurdo forzarlo a convertirse en universales protocolizados de tratamiento (ahora que nos reforman la pública, y parece que se pretende desde el modelo CIU que los médicos de familia hagan salud mental, supongo que la tentación de hacer pseudoTCC en 60 segundos -"todo está en su cabeza", "mírelo de otra manera", "tiene que controlar sus pensamientos"- será demasiado grande como para que la dejen pasar: y ya se veía venir).
En fin, que al final todas las burbujas acaban pinchando: la herencia de ZP, Big Pharma, y las EFT (técnicas de liberación emocional); otras sobreviven aunque ojalá por poco tiempo (Mourinho, los tertulianos de política en TV). Mientras, sonriamos con un magnífico editorial sobre usos y abusos de la ciencia:
Read more...