La ciudad y los niños
Prohibido el paso a los niños. El cartel no existe, pero no hace falta. Se sobrentiende:
hace tiempo que han sido expulsados de las calles de las grandes urbes.
La ciudad no acaba de llevarse bien con los niños. Más aún: le estorban.
Ellos han aprendido la lección y desertan de las avenidas surcadas de tráfico.
Aunque tienen sus islas, sus pequeños trozos de asfalto al abrigo de coches.
Los padres asumen el veto y saben que sus hijos sólo pueden salir con adultos.
En El País de hoy, un interesante artículo sobre cómo la ciudad acorrala a los niños, los confina a sus cuidadores o a su cuarto o a lo virtual. Recuerdo cuando niño que con cinco años me iba solo a jugar a la plaza; claro, en un pueblo. Me pregunto si mi hija (1 día y medio de existencia) podrá hacer lo mismo algún día; me temo que no en Barcelona.
Gracias a Javi.
1 comentarios:
Claro, y lo lamentable es que después si se enganchan a la videoconsola o a internet, los padres los llevan a tratamiento psicológico. En muchos casos, nosotros nos olvidamos justamente de que los niños han sido echados de la calle y confinados en bloques, que además son muy poco interesantes y limitados. Los padres, pretenden que se entretengan papando moscas, ya que llegan cansados del trabajo.
Lo triste es que al final, nadie habla de esto, y el psicólogo no se molesta en filosofar (dícese de él, cuando no es pragmático y elimina la adicción del niño) y aplica el trata miento.
Un saludo.
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