27 de febrero de 2009

Adicción a Internet: pasen por caja

Desde hace unos 10 años (desde el mismo comienzo de la popularización de la red) algunos avispados intentar vender el concepto de adicción a internet: desde investigadores a clínicos (psicólogos esencialmente), al que sitúan incluso en prevalencias del orden del 10 %. Incluso hay cierta presión hacia su inmediata inclusión en el DSM (ver editorial en AJP). Mientras China y Corea del Sur adoptan medidas legales y terapias cuasi carcelarias para erradicar la plaga, otros venden programas terapéuticos recién inventados para curar la nueva enfermedad.
Sin embargo, es extraordinariamente dudoso que exista la adicción a Internet. Uno traspasa sin más el formato usado en adicciones comportamentales (juego patológico)...y voilá. Bajo el mismo criterio, tendríamos la adicción a la TV, a la lectura, a circular en moto, a irnos de amanecida los viernes, a hablar por teléfono, a pillar cacho, a comer pipas Facundo,...en fin, que el Gran Hermano debe venir a rescatarnos permanentemente de nuestras miserias y enseñarnos a vivir correctamente.
De entrada, no parece posible ser adicto al medio (internet) como no se puede ser adicto a las jeringuillas o al tapete verde del casino. Pero más allá de la nomenclatura, tampoco tenemos un criterio que defina excesivo ni negativo (en general el uso de redes sociales online incluso a alta dedicación parece mejorar la autoestima y favorece la sociabilidad, p.e.). Y finalmente se crean intrumentos diagnósticos ad hoc sin validez y razonamientos circulares que confunden causas y efectos (¿es el conectarse causa de malestar?¿qué pruebas hay?¿o el molesto en busca de distracción, catarsis,alivio o vinculación se conecta más?). Sí, el mal uso de internet (que supongo que existe, como el mal uso de galletas con chocolate, ver bulimia) es aceptable como síntoma (es decir, en este caso y puesto que sería un síntoma conductual, información significativa de la forma de estar en el mundo de una persona), que se podría conectar con procesos emocionales digamos que desajustados (clínicos o no) pero que se ubican en un contexto. Convertir esa señal en una realidad ontológica (una enfermedad subyacente) me parece mesiánico, infantilizador y supongo que un buen (mal) negocio psicoterapéutico.

4 comentarios:

Antonio Olives 27/2/09 17:02  

Precisamente, estos días se han publicado noticias sobre un estudio made in Taiwan, que sitúa (en función de de un cuestionario sobre el uso de internet) la prevalencia de esta "terrible enfermeda" en un teinta y pico % entre los chavales y un 13% entre las chavalas. Lo cachondo del caso, es que han pasado otro cuestionario sobre "conductas agresivas" durante el último año y se encotraron con porcentajes similares de chavales y chavalas que tuvieron alguna conducta de estas durante el último año... y tate; ya sabemos que la adicción a internet aparte de infecciones por virus troyanos, también provoca una agresividad que te mueres. (Pues eso, los papás preocupados porque el niño no se relaciona, está todo el día delate del ordenador, y finalmente resulta que es el malote de la clase) ¿?¿?

Por cierto ¿se ha encontrado ya el gen que determina la enfermedad? ¿se han hecho estudios con gemelos? ¿si tu sistema operativo es linux, sigues siendo un adicto o solamente un asocial antisistema? y por último... ¿cuando montamos la asociación de afectados?

todopsicologia 27/2/09 23:09  

Claro, como en internet se pueden hacer tantísimas cosas, lo que cuenta es el tiempo que uno esté conectado, el absurdo por el absurdo. También hay quien trata la adicción al movil en niños. Tengo un artículo en alguno de los blogs donde explico el tratamiento que aplico a este problema, que inventé yo, y que además sigue rigurosamente los diez pasos de alcoholicos anónimos, jugadores anónimos, comedores anónimos, y pellizcabombillas anónimos, lo que es garantía de fiabilidad, versatilidad y efectividad en la contención de semejantes enfermedades crónicas.
Cuidadin Gustavo, que te lias, te lias, acabas negando al Señor y te excomulgan.

Un saludo.

Dennis Moore 1/3/09 14:50  

En verdad que estas nuevas adicciones generan un gran negocio entre terapeutas y también entre medios masivos de comunicación. Las notas más populares hoy día son encontrar nuevos peligros, ya sea una droga nueva o una enfermedad nueva. Creo que sirven a los televidentes como un buen motivo para considerar que es mejor seguir viendo televisión que usar internet o salir a la calle. Al gen, como dicen por ahí, ya lo encontrarán. Y la adicción a pellizcar bombillas también aparecerá como una nueva forma de debilitar a las personas y hacerlas más "adictas" al sistema de medicina.

jabibi 4/7/09 19:35  

Pues agárrense bloggeros que me acaba de contar mi suegra que vio ayer en una tele que los que se pasan mucho tiempo dale que te pego al internet, a los ordenadores, a la WII y a la playstation tienen más probabilidad de tener derrames cerebrales que el resto de la humanidad. El armageddon está cercano y no viene del espacio esterior!

El miedo vende, hagan caja srs.

Me gusta psicosear, Gustavo y oompañía.

Saludos de los ingresados involuntariamente

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