DSM-V: ¿tiempo para la transparencia?
En vísperas del proceso de definición del DSM-V (el manual de diagnóstico psicopatológico más usado en el mundo; saldrá en 2012), se ha abierto un debate muy intenso entre el establishment más conservador, que pretenden ser los portadores secretos de las tablas de Moisés, y un sector renovista que aboga por un proceso de debate abierto y transparente, en el que toda la clase profesional pero también la prensa y el público interesado tenga acceso a observar el proceso de confección de tal manual. En ediciones anteriores, el sistema era el de comités en debates más o menos privados, que al final consensuaban categoría diagnósticas cuyo proceso de elaboraciónpermanecía oculto, y cuyos resultados eran en muchos casos relativamente vagos e imprecisos o directamente absurdos, al menos en ciertas propuestas categóricas (como los afortunadamente nunca aprobados "Trastorno de Queja Crónica" o "Trastorno Crónico de Infelicidad Indiferenciada"); el abrirlo a la sociedad creo que redunda no sólo en una mayor aceptación de lo que los profesionales de la salud mental deberíamos representar, sino que elimina algo tan enraizado en la sociedad USA (que es la que nos dicta a los demás el ritmo diagnóstico) como los grupos de presión (farmacéuticos, editoriales, equipos investigadores). Espero que los aires renovadores y democratizadores que se vuelven a respirar por allá nos traigan menos política e inversión empresarial y más ciencia en el nuevo DSM-V. Si no, acabaremos con una lista de trastornos del grosor del listín telefónico ("Trastorno de Relación ", "Síndrome de Alienación Parental" y "Trastorno de Apatía" son candidatos firmes, me temo), y con la sospecha de que detrás de cada una habrá un fármaco milagroso (si no serán enviados a algún cajón de sastre que haga referencia a la personalidad; ya se ocuparán los psicólogos).
2 comentarios:
Resignación hermano. Me temo que de llevar a cabo lo que dices, los DSM no llegan a DSM VI. ¿A que no hacen lo que dices?.
Un saludo, muy buena la entrada.
Del riesgo de inclusión de trastornos absurdos en el DSM-V me preocupa especialmente la inclusión del SAP. Aquí en España está siendo utilizado por abogados de parte en los procesos de divorcio y, lo que es peor, incluso en casos de violencia de género en contra de la víctima.
Es incluso apoyado por profesioanles desde colegios oficiales.
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