El lama y la psicología
Hace poquito el dalai lama estuvo en Harvard invitado por la School of Medicine (¿lo invitaría alguna facultad de Medicina en España sin ruborizarse?) para dialogar con varios científicos y profesores (Linehan, S. Pinker, R. Davidson, Kabat-Zinn, Goleman, etc.) sobre Sabiduría y Compasión y también meditación, cómo no ("no simple fix can "transform your mind," Commercial advertisements may make sweeping promises about easy change, he said, but "my advertising is just the opposite - difficult, complicated."). El dalai hace años que se reúne frecuentemente con gente como Damasio, Kahneman, Ekman, Gilbert, y mucha otra gente del ámbito de la psicología y neurociencias (también con Nemeroff el de Gomorra Labs, debe ser lo de la compasión). El budismo ha sido y es una gran fuente de inspiración para la psicología (ya Nietzsche decía que era más higiene mental que religión) como profetizó W. James a principios del s. XX. Además de una popularidad influida por la globalización cultural, las simpatías occidentales por la resistencia política del Tibet (supongo que como forma indirecta de expiar cierta vergüenza - que no culpa - por hacer la vista gorda a la apisonadora china mientras se hace caja) y el Pequeño Saltamontes (recientemente desaparecido por asfixofilia, parece), lo cierto es que el budismo anticipa y explora con mucha mayor amplitud lo que por aquí, con 2 ó 3 axiomas, nos ha bastado para inventar la terapia cognitiva; por otro lado, en 30 años nos hemos dado cuenta al fin de que más allá de engancharnos a racionalizar algo vulcanianamente los contenidos emocionales, la actitud con la que nos relacionamos con los contenidos mentales es de una trascendencia radical. De ahí que los listillos del marketing vendan ahora la aceptación como si fuera una revolución cognitiva (bueno, me sale el cinismo y debo ser más compasivo, perdón). En cualquier caso, la integración del mindfulness (no existe traducción menos pedante que decirlo en inglés, sorry), aunque a veces me preocupa como solución-para-todo (supongo que una muestra más del infantil deseo de la psicología de hallar explicaciones y soluciones simples a fenómenos y problemas tremendamente complejos) es de un valor importantísimo (también porque obliga al terapeuta a ejercer esa misma actitud); además, aunque se venda como una potenciación y renovación de lo cognitivo, sospecho que tiende a dinamitarlo desde dentro cual caballo de Troya (ver una reciente revisión muy importante que desconfía argumental y empíricamentemente de que lo cognitivo tenga mucha importancia en la terapia cognitiva: "There is a paucity of evidence that cognitive interventions forming the core procedural aspects of CBT are differentially effective in reducing distress. Further, there is a lack of evidence that their effectiveness, such as it is, is mediated cognitively." ).
El mindfulness, por otro lado, aunque inspiración central de la Terapia Dialéctico-Conductual y de la Terapia de Aceptación y Compromiso carece aún de suficiente respaldo/consistencia conceptual y empírico (¿funciona por exposición?¿cambio en creencias?¿relajación?etc.) , pero hay artículos interesantes recientes sobre el tema (aquí sobre mecanismos y aquí sobre training), y en sí es uno de esos conceptos transteóricos que me seducen.
Por otro lado, el budismo sirve como inspiración de hipótesis de investigación sobre el funcionamiento mental (con la ventaja de que integra con comodidad la fenomenología, sin pudor, no hay caja negra en la que esconderse; ver aportaciones del budismo a la psicología de las emociones, de Ekman et al.), además de estimular otras líneas de investigación, como sobre las bases neurológicas (el dalai es muy curioso e integrador sobre esto, ver Mind & Life Institute ), la relación con los trastornos mentales, y las aplicaciones en la llamada psicología positiva. Explícitamente, el budismo como corriente ética y filosófica, es de gran valor en las psicoterapias existenciales.
Como colofón (gran palabra, suena sólida), una peli muy buena sobre occidentales haciendo zen y las curiosas formas del aprendizaje vital (Sabiduría Garantizada , de Dorris Dorrie) y una anécdota: dicen que el dalai preguntó en esa conferencia por la definición de Psicología, y la respuesta de Linehan ("the study of the behavior of the mind and of behavior") lo dejó al hombre en silencio reflexivo para concluir: "ahora estoy aún más confuso".
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