Como ven, sigo con demasiado tiempo libre.
El último número de
Edge hace una pregunta fundamental lanzada a decenas de los más eminentes científicos, artistas y pensadores de nuestro tiempo:
¿Qué cambiará todo?. Las eminencias se dedican a sugerir y desarrollar respuestas como "vida extraterrestre", "nuevas formas de energía", "prueba de la hipótesis de Riemann", "reingeniería del yo ("neurocosmética" dice uno; hay muchas de estas, incluso intuición-educada-por-ordenador); es decir, una explosión de optimismo omnipotente. La mejor, sin embargo, de las que he leído es la de Taleb (este señor del libro
El cisne negro,
aquí entrevistado en La Vanguardia; economista -matemático-epistemólogo centrado más en el estudio del azar y cómo no joderla - y en qué
no hacer - que en hacerse rico; después de 12 años predicando en el desierto, la megacrisis que padecemos le ha dado la razón). Pues bien, el señor Taleb, coherentemente,
dice que lo mejor que nos puede pasar es entender la yatrogenia y la negatividad implícitas en el conocimiento científico. A la ciencia académica nunca le gustaron los resultados negativos, dice, y hay pruebas múltiples de ello p.e. en
las publicaciones (mediatizadas por los laboratorios generalmente, se supone) que nos nutren de
legitimidad. Taleb habla en concreto de la Medicina (y se aplica muy bien a la psicoterapia también):
Even in medicine, that is, modern medicine, the ancient concept "do no harm"
sneaked-in very late. The philosopher of Science Georges Canguilhem wondered why it was not until the 1950s that the idea came to us. [...]
Alas, once again, the elders knew better –Greeks, Romans, Byzantines, and Arabs had a built-in respect for limits of knowledge. There is a treatise by the Medieval Arab philosopher and doctor Al-Ruhawi which betrays the familiarity of these Mediterranean cultures with iatrogenics. I have also in the past speculated that religion saved lives by taking the patient away from the doctor. You could satisfy your illusion of control by going to the Temple of Apollo rather than seeing the doctor [...]
You cannot do anything with knowledge unless
you know where it stops, and the costs of using it.
Yo creo que tenemos más que ganar con comentarios como éste que con los brindis al sol de los otros pavos. Por esto me gustan esos blogs plagados de dudas metódicas, de prudencia, y ahora que lo pienso, de risas de los diablos.
2 comentarios:
Pues que quieres que te diga, agradezco que tengas tiempo libre si produces entradas tan buenas y a este ritmo. ¿Son cosas mias o esta tiene mucho que ver con alguna discusión que tenemos por ahí en marcha?.
Tocando con esto, en mi entorno soy algo así como un suicida debido a que no conozco a mi medico de cabecera y no me he hecho analíticas en mi vida. ¿Porque?, gozo de una salud a prueba de bombas, y no tengo esa necesidad de tener la ilusión de control.
Fui al médico hace seis o siete años por un colico nefrítico, y francamente, ahí descubrí lo buena que es la farmacopea y la medicina cuando se la necesita. Sinembargo, estuvieron a punto de hacerme una prueba que casi me mata, y al final con una simple ecografía se solucionó el asunto. El medico que me tocó queria hacerme una prueba con contraste del riñon. Me metí en internet para saber en que consistia, averigué que me inyectaban yodo, y lo relacioné con mi alergia al marisco. El caso es que antes de entrar para hacer la prueba, le pregunto a la enfermera si podría suponer un problema lo de mi alergia, la mujer se va para adentro a preguntar y sale con un cabreo de mil demonios diciendome que yo no me podía hacer esa prueba porque, textualmente "me podría quedar muerto".
Con mis hijos trato de tener la ilusión de control "controlada", aunque para tener en paz fundamentalmente mi conciencia, sigo a rajatabla las cartillas de vacunaciones y las visitas acordadas, así como las visitas cuando se da algún problema (que por suerte, son escasísimos). Observa que los llevo por razones que no tienen que ver con su salud física, sino con la mia mental.
Esta misma filosofía, aunque no es conveniente para mi "negocio" trato de instaurarla en mis clientes y conocidos respecto al psicologo: solo cuando hace falta, cuando se necesita y lo mínimo imprescindible.
Al final nos estamos convirtiendo, al igual que la medicina, en un artículo de consumo más, me temo, con lo bueno que eso reporta y lo malo, aunque ahora en tiempos de crisis nos gustaría serlo aún mas,al final sería solo dinero a cambio de hacer teatro, y lo siento, pero yo no nací para ser artista.
Un anuncio: Danone ha sacado al mercado "Densia", que favorece la fijación del calcio en los huesos, porque hay que revisar la densidad de los mismos por lo menos una o dos veces al año. Manda guevos.
Un saludo.
Los de mi generación estábamos impactados por la Nemesis Médica de Ivan Illich. Respetábamos la Iatrogenia. Creo que la Medicina protocolizada defensiva ha "acabado" técnicamente con la Iatrogenia, sacralizando lo político-médicamente correcto, lo estudiado exhaustivamente.
Cuando no veo necesidad de pedir un Scanner a una joven con migrañas, a veces, sus padres insisten para que se lo pida. "No veo necesidad de someter a su hija a una radiación" les comento...Habitualmente responden: "nos quedamos más tranquilos si le pide el Scanner..."
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