Kaizen
Si das pasos demasiado largos no puedes caminar bien -Tao Te Ching
Aprovechando la fase de Rodríguez que disfruto y sufro a partes iguales, hace 3 semanas he decidido recuperar dos hábitos abandonados hace un tiempo pero sumamente beneficiosos (supuestamente más allá del placebo 1 y 2): correr y sentarme (zen). Por qué decide uno machacarse tiene que ver con el famoso experimento (clave en psicología) de los marshmallows de W Mischel (una excelente revisión de Lehrer en el New Yorker): conectar las opciones presentes con el resultado futuro. Sin embargo, queda el centralísimo tema en psicoterapia (y cualquier propósito de cambio, auto o hetero) de la resistencia (que sé que me produce invariablemente la autodisciplina). Así que he logrado aplicar uno de los supuestos más obvios pero posiblemente más sobreseídos de las teorías del cambio eficaz: plantearse objetivos mínimos intermedios, tan mínimos como se necesite para evitar la resistencia (esto es un ingrediente más o menos esencial de p.e. las terapias breves focalizadas a soluciones, en que se pregunta cuál es el mínimo cambio que el cliente consideraría aceptable como progresión, o se plantean experimentos conductuales pero sólo 1 día a la semana, o con tal persona, o cosas así) , y luego incrementarlos en dosis igualmente no resistentes. Es decir: empiezo en 8 minutos de zen y luego incremento semanalmente 1 ó 2 minutos; igualmente corro hasta un punto y luego sumo como 30 metros más cada vez (un poco tortuga, pero ¿no acabó adelantando a la liebre?). La propia elección de los propósitos es en sí también sobre cosas pequeñas, ordinarias, procesos a los que no se pide más que lo que son. Por ahora, voy haciendo (y ya es mucho).
Leí hace un tiempo que esta idea es muy antigua y se denomina kaizen en japonés (que quiere decir mejora continuada): aparentemente es la filosofía de cambio que inspiró el despegue económico nipón en los años 50 del siglo pasado (siempre buscar una mejora muy pequeña en un detalle ordinario). "Kaizen, al contrario de otras "filosofías empresariales", no se trata de realizar grandes cambios, más bien se enfoca en realizar mejoras pequeñas pero continuadas en todas las actividades, es una cuestión paso a paso y no de grandes revolcones. [...] Para que el kaizen dé resultados positivos, hay que mirar la empresa al revés, colocando a las personas de base en los primeros lugares ya que son ellos quienes generalmente conocen qué y cómo se puede mejorar, esto implica que la dirección y los empleados deben apostar por un cambio de mentalidad, en el cual los primeros aprenderán a soltar las riendas y los segundos a afrontar mayores responsabilidades. Esta nueva mentalidad empodera (sic) a los trabajadores" (tomado de gestiopolis.com).
En psicoterapia y cualquier propósito de cambio el poder dar un primer paso en un camino muy largo es crítico y también el poder dar un protagonismo valorativo y decisorio al paciente/cliente; a veces el deseo de llegar al final puede hacer que empujemos unilateralmente y más de la cuenta y reventemos el equilibrio.
Me suceda al final o no lo que a Mark Twain (que decía que dejar de fumar era muy fácil porque él lo había dejado ya muchas veces), es interesante practicar el no luchar contra uno mismo.
*(Por cierto, ahora que reparo en la apatía, hoy mismo el blog de la BPS difunde la noticia de la primera fotografía de Phineas Gage).
6 comentarios:
Me parece esencial, especialmente en psicoterapia NO EMPUJAR UNILATERALMENTE, mas que nada porque te quedas solito empujando no se sabe que hacia no se sabe donde.
En la empresa, lo que puede ocurrir es que acabes agotado en todos lo sentidos, y sin vivir, si no sabes delegar y motivar a la gente que conforma la base de tu empresa. Si eres el empresario tu trabajo consiste fundamentalmente en saber valorar, en dar confianza y sobre todo en saber delegar. Si además eres capaz de conseguir que todos ganen además de ti mismo, irá todo rodado.
En cuanto al correr un consejo: buscate el mejor calzado que puedas pagar, y empieza por caminar rápido al menos 45 minutos. Lo de correr déjalo para mas tarde. Eso, si llevas mucho tiempo sin correr o no has corrido nunca.
En cuanto al zen, de eso ni idea, voy a ver si busco por ahí, que me has despertado la curiosidad.
Un saludo.
A los neurólogos, en el tema que me suele ocupar habitualmente del dolor crónico, no nos permiten los pacientes ir despacio. Piden soluciones ¡ya! y no tengo más remedio que "empujar unilateralmente" con toda la fuerza que puedo para derribar cuanto antes los esquemas erróneos. De otro modo pierdo al paciente. Envidio a los psicoterapeutas que contáis con el beneplácito del paciente de seguir un ciclo de sesiones en las que se pueden ir marcando objetivos sin prisas pero sin pausa.
El tema de la unilateralidad es obvio, pero (al menos en psicoterapia) supongo que es un error de exceso de entusiasmo más propio de la inexperiencia, que la mayoría hemos sufrido. Al mismo tiempo, es verdad que las circunstancias (también dentro de la psicoterapia) no siempre son ideales y condicionan: muchas veces uno no hace lo mejor (posible), sino lo menos malo.
Saludos.
Los pequeños cambios inducen al final (si se generalizan) grandes cambios, asi que menos caos y menos linealidad. Lo que sucede es que algunass personas cambian algo pero son incapaces de generalizar esa mejora al resto de su vida.
quise decir más mentalidad caótica y menos linealidad
Resulta paradójico, pero como bien dices, fueron terapeutas de modelos breves, los que proponen cambios mínimos y en muchas ocasiones periféricos al problema como una forma de iniciar el cambio. Pero esto (en relación con lo que cuenta Arturo) no está reñido en absoluto con llegar a soluciones inmediatas... todo lo contrario, acelera el proceso (desde el MRI se utilizó desde el principio y con efectividad, como instrucción paradójica:algo así como -está usted cambiando demasiado rápido, tomémoslo con más calma).
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