¿Fármacos o psicoterapia?
En Pulse publican un debate entre un profesor de Psicofarmacología y un psicólogo clínico de cierto prestigio ambos sobre la aceptabilidad de la psicoterapia: ¿es una moda o tiene sentido gastar fondos públicos en ella? Para mí es evidente que a pesar de los riesgos inherentes a cualquier práctica humana la terapia psicológica no sólo ayuda a mucha gente, sino que genera recursos aprendidos que posiblemente previenen recaídas futuras; y sobre todo creo que más allá de la terapia, las personas necesitamos atención y tiempo para nuestra conciencia, sea o no un caso clínico, aunque obviamente esto no precisa de un entorno psicoterapéutico. Respecto a la farmacología, ya señalé en otra entrada que creo que el clima de sospecha sobre los antidepresivos de última generación son excesivos y demasiado generalistas, tanto como la tendencia a usarlos indiscriminadamente, aunque las empresas farmacéuticas nos engañan (¡y tanto que nos engañan!).
Volviendo al debate, la respuesta del psicólogo es más o menos sensata: la efectividad de la psicoterapia depende, sobre todo, de si ha pasado controles científicos, y de si lo administran profesionales certificados y cualificados. El psicofarmacólogo, aunque comprensiblemente defiende su área y alerta del peligro del intrusismo amateur en las terapias psicológicas (con razón), se nos pone francamente marciano: sugiere que la psicoterapia es tan nociva que los pacientes han de dedicar casi tanto tiempo a trabajar sus problemas como a desengancharse de los terapeutas, además del altísimo riesgo (hasta un 40% de terapeutas) de acabar teniendo sexo en la consulta:
Añadido el 03/05/08
Acabo de leer esta reseña en MindHacks:
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